viernes, 23 de marzo de 2018

Mitos sobre la Sexualidad Maculina

Esta semana hemos celebrado el día del Padre, por lo que nada mejor que repasar algunos de los mayores mitos sobre la sexualidad masculina: Mitos que abarcan desde el deseo, el tamaño del pene, la duración del acto sexual, ...

Muchos de estos falsos mitos se asientan en el desconocimiento sexual o en actitudes machistas que indican como "debe comportarse un auténtico hombre". Incluso, mucho hombres se sienten ofendidos cuando les tratas de explicar cosas sobre el sexo, porque se supone que un hombre de verdad sabe todo acerca del sexo.

Por eso hemos dedicado este post a desenterrar algunos de los grandes mitos sobre la sexualidad masculina:



1.- Los hombres siempre tienen más ganas de sexo que las mujeres

Empezamos con una de los mitos más extendidos sobre la sexualidad masculina ¿creéis que los hombres siempre tienen más ganas de sexo que las mujeres? ... ... ¡Pues, no! Es un mito! las mujeres pueden tener tantas o más ganas de practicar sexo que un hombre.  Entonces ¿por qué esta creencia se da por cierta? Vamos a ver ciertos factores que hacen que a los hombres parece que siempre tengan más ganas de sexo:

- Primero de todo, la forma en que practicamos nuestra sexualidad, ya que en muchas parejas el sexo se reduce casi de forma automática a "sota, caballo y rey" y coitocentrismo, mucho coitocentrismo. Es decir, si reducimos el sexo a la penetración es muy probable que el hombre disfrute mucho más de la relación sexual que la mujer, por lo que es normal que en un juego donde sólo uno acaba disfrutando el otro termine por cansarse de jugar.


Coitocentrismo

¡¡Exageradoooooo!! - Me diréis - si yo hago preliminares y cuido que ella también disfrute. Vale!

¿Por qué no planteamos que las relaciones sexuales se hiciesen del modo en qué la mujer fuese la que más disfrutase en vez del hombre? 


Largos preliminaes, cunnilingus, estimulación de clítoris y ya después si eso, que el hombre se masturbe para llegar al orgasmo ¿No pensáis que a los hombres les vendrían muchos dolores de cabeza de repente, cada vez que su mujer le pidiese sexo?

- Por otro lado tenemos el factor cultural, que nos ha educado a los hombres a expresar abiertamente nuestro deseo sexual, mientras que a las mujeres no se les ha permitido.

- Otro factor importante es que los hombres suelen recurrir al sexo para decir te quiero. Los hombres, por lo general, no saben expresar sus sentimientos tan fácilmente como las mujeres, por lo que para nosotros el sexo es una forma de expresar esos sentimientos de amor, de intimidad, en definitiva, de sentirnos queridos, que todo marcha bien en nuestra relación. En cambio, las mujeres necesitan esa intimidad previa, transmitir esos sentimientos, antes de iniciar una relación sexual.

Un hombre tiene que tener sexo para sentirse cercano, mientras que una mujer tiene que sentirse cercana para querer tener sexo


- Otro factor nada despreciable es la utilización del sexo como arma en las relaciones de pareja. Aunque esto puede ser utilizado, tanto por hombres como por mujeres.

2.- A los hombres siempre les apetece sexo

Si ya hemos dicho que la anterior premisa era falsa, no hace falta escarvar mucho en el asunto para entender que ésta también lo es. Hay muchos hombres que no sienten deseo sexual, pero no encontrarás un hombre que reconozca que no tiene deseo sexual ¿por qué? Porque reconocerlo parece que pone en peligro nuestra VIRILIDAD, incluso nuesta orientación sexual. Nos han educado que un hombre debe ser macho, viril, activo, por lo que si no lo eres ...¡¡peligro!!


Un hombre siempre debe ser macho, muy macho

La falta de deseo en los hombres es un hecho más extendido
de lo que podemos imaginar. 


Las causas pueden ser muy diversas: el estrés, preocupaciones, depresión, y especialmente el miedo a fallar, es la base de la mayoría de problemas de deseo de los hombres. Es decir, miedo a perder la erección, a eyacular antes de tiempo, a que ella no disfrute lo suficiente,...

Las excusas que utilizamos para evitar el sexo con nuestra pareja son muy variadas: la falta de tiempo, el estrés del trabajo, o algo tan simple como quedarse hasta tarde viendo la tele. Aunque la peor estrategia, y encima muy habitual, ya que es la forma más rápida de evitar un encuentro sexual, es provocar tensión o un enfado para evitar el sexo.

3.- Los hombres siempre deben tomar la iniciativa

Otro mito derivado de los anteriores es que el hombre siempre debe tomar la iniciativa en las relaciones sexuales, incluso hay muchos hombres que se sienten cohibidos o molestos si es su mujer la que adopta ese rol.

Este mito también proviene de nuestra cultura que le ha otorgado a la mujer un papel pasivo en materia de sexualidad. La mujer debe ser pasiva, el hombre activo; el ideal de amor que nos venden es que un hombre debe conquistar a una mujer y ésta caer rendida a sus pies. No sólo eso, incluso nuestra cultura nos advierte de los peligros de las mujeres dominantes, activas, conquistadoras, que las suele representar como mujer frívolas, frías, cuando no directamente se las tilda de guarras o de putas por, simplemente, tomar la iniciativa y disfrutar de su sexualidad como mejor les parezca.

Las femme fatale siempre fuman y llevan a la perdición a buenos hombres...


4.- Los hombres son responsables de los orgasmos de su pareja 

En la misma línea anterior. La falta de información y el papel pasivo de la mujer ha generado esta ENORME responsabilidad masculina.

¡¡Cada uno es responsable de sus propios orgasmos!!
Es importante fomentar el autoconocimiento sexual femenino
para romper este mito.


Desde aquí hacemos un llamamiento: Chicas, daros permiso para estimular vuestras mentes y vuestros cuerpos, la masturbación es la mejor forma de conocer vuestra propia sexualidad. Conócete a tí misma para después poder comunicar tus gustos y preferencias, y disfrutar más de las relaciones sexuales en pareja. No es justo dejarles la responsabilidad de vuestro placer a ellos, además la infinidad de mitos en torno a la sexualidad femenina hace que los hombres anden un poco perdidos al respecto.

¿Quién mejor que tú misma le va a enseñar lo que te gusta?



5.- Los hombres son infieles por naturaleza

Este mito proviene de la idea antropológica del hombre cazador que persigue a mujeres fértiles para extender sus genes, una idea cada día más cuestionada, no sólo por antropólogos, sino también por los sexólogos. Y es que, hombres y mujeres somos infieles por igual, aunque si que hay un cierto matiz en el tipo de infidelidad:

Los hombres son más infieles por cuestiones puramente sexuales, mientras las mujeres suelen  buscar algo más, infidelidad emocional, la llaman los profesionales. Pero por regla general, las infidelidades suelen cubrir una necesidad, que no cubre nuestra relación de pareja, por lo que muchas veces antes de pararnos a hablar y a afrontar esos problemas de pareja, preferimos buscar una solución fuera, que nos compense seguir con una relación que no nos hace del todo feliz.
 
La infidelidad


6.- Durar mucho como escala de un buen polvo

La eyaculación precoz suele ser una de las grandes preocupaciones y obsesiones de los hombres en lo relativo a su sexualidad. El durar mucho parece ser un signo de virilidad y buen sexo entre los hombres pero ¡no! Bienvenidos a un nuevo mito sobre sexualidad masculina.

¿Cuánto debería durar un hombre en la cama? ¿Cuánto tiempo es el "normal"? ¿Cuándo empezamos a contar, desde el momento de la penetración o desde los primeros tocamientos? ¿Cuántas penetraciones debemos hacer para ser considerados buenos amantes? Como vemos todo esto es muy relativo.

Y el problema es que la cultura del porno nos ha reforzado la idea de que un hombre debe aguantar mucho tiempo durante las penetraciones, un mundo del porno completamente falso e irreal, que hace que los hombres nos impongamos metas imposibles de alcanzar.

La obsesión por "durar poco" o tener eyaculación precoz puede acarrear grandes problemas de autoestima e inseguridad.


Que, a la larga hacen que se agraven más esos "problemas" de eyaculación precoz, por lo que aumenta la inseguridad y así entramos en una espiral muy peligrosa.





7.- El tamaño importa

No nos extenderemos mucho sobre este tema, ya que ya hablamos en este blog sobre la importancia del tamaño. Lo que parece claro que esta es una cuestión más psícológica (y cultural) que científica.

La ciencia nos dice que no existe relación entre el tamaño del pene y el placer sexual de la mujer.


El principal motivo es que el órgano de placer de la mujer es el clítoris y éste se encuentra situado en la entrada de la vagina por lo que el tamaño del pene no tiene apenas ninguna importancia para su estimulación directa.

Y aunque las más firmes defensoras de que el tamaño SÍ importa aducirán a que un gran pene te otorgará más placer al estimularte vaginalmente el punto G hay que recordar que este famoso punto se halla localizado en el primer tercio de la vagina, allá donde más terminaciones nerviosas se concentran, por lo que nuevamente el tamaño del pene poco tiene que ver en su estimulación.


El síndrome del vestuario

El verdadero reto de los sexólogos es convencer a la sociedad de que realmente el tamaño del pene no importa (demasiado), aunque muchas veces sentimos que la gente ve estas explicaciones como excusas de "mal perdedor". Por lo que muchos hombres padecen el síndrome del vestuario:

 Los hombres infravaloran el tamaño de su órgano y piensan que es más pequeño de lo que realmente es.


La gran obsesión de los hombres: el tamaño del pene

En definitiva, la gran ventaja de tener un pene grande es el valor psicológico que aporta, especialmente en relaciones esporádicas o en los primeros encuentros sexuales, ya que muchas veces el placer se encuentra sobre todo en la fantasía de quien lo desea. Por lo que un hombre bien dotado, aparte de estéticamente parecer más viril y masculino a los ojos de nuestra sociedad contemporánea, también es objeto de mayor deseo y fantasías sexuales por parte de las mujeres.
Algo similar pasa con los hombres que tienen un pene grande, ellos se sentirán más seguros de sí mismo, sabiendo que con ese tamaño es imposible no cumplir con las expectativas de ella. Pero, precisamente por ello, estos hombres suelen ser peores amantes que hombres con penes más normales.



viernes, 9 de marzo de 2018

La importancia de los besos...

Este viernes 9 de marzo tenemos el honor de presentar en nuestra tienda el libro de Pablo Martínez-Calleja, "De los besos, abreviaciones", un precioso libro sobre el amor y la importancia de los besos, y es que en este libro podemos encontrar toda clases de besos:

Los típicos besos suaves, besos de cariño o besos húmedos, pero también hay besos perfumados o unos besos de ducha, incluso interrogaremos al autor sobre los besos flauta, o los besos clariente, incluso los besos trombón. También aparecen uno de mis favoritos, los besos mordisco así como los besos de risa. Por último, están aquellos más atrevidos esos besos húmedos o esos besos orográficos, que se dan sobre cada uno de los poros de la piel, por no hablar de los besos muy, muy atrevidos, donde la lengua sondea las profundidades de los valles...

Clark Gable y Vivian Leigh, en 'Lo que el viento se llevó'

¿QUÉ NOS PROVOCAN LOS BESOS?

Lo primero que me gustaría en este artículo es que recordéis ese beso que jamás habéis olvidado... cerrad los ojos y recordad ese momento, ese primer beso. Un beso que llega después de haber estado flirteando durante un tiempo, jugando con miradas, provocando con pequeños roces, hasta que finalmente, uno de los dos, no resiste más y se lanza sobre los labios del otro... Recordad ese chispa que prendió con el contacto de las dos bocas, y esa descarga electrica que recorrió todo vuestro cuerpo.


Primer beso

¿Quién se atreve a decir que los besos no son importantes?



LOS BESOS, UNA CUESTIÓN DE FÍSICA Y QUÍMICA

Como habéis podido comprobar los besos estimulan diferentes partes del cerebro, liberando dopamina y oxitocina en el torrente sanguíneo, lo que nos provoca una sensación de placer.

También estimulamos la producción de feniletilamina, la llamada la ‘hormona del amor’, especialmente en los casos como ese beso que hemos recordado, una "droga natural" que el propio cuerpo fabrica y que estimula al sistema nervioso, y está asocidada a la sensación de bienestar y confianza.

La combinación de todas estas sustancias químicas provoca que cuando estamos enamorados nos comportemos de esa forma tan ... tan... ¿estúpida? a los ojos de los demás, pero tan bonita y romántica a los ojos de nuestra pareja.

Los besos son una conducta donde participan factores neurobiológicos, psicológicos y socio culturales.



Beso Mordisco

LA IMPORTANCIA DE LOS BESOS

Por todo ello, nunca está de más recordar la importancia de los besos... y es que lo primero que olvidan las parejas es a besarse. ¡¡Pero si yo beso todos los días a mi pareja!! - Me diréis.
Pero ¿qué clase de besos son?, besos sin pasión, un piquito rápido, puro acto cotidiano, como quitarte los zapatos nada más llegar a casa o como encender la tele.

Y es que el estrés del día a día, el darle más importancia al trabajo, a la familia, incluso a los amigos que a nuestras relaciones sexuales hace que le dediquemos cada vez menos tiempo a nuestra intimidad sexual.

¡¡Volvamos a besar con pasión a nuestra pareja!! 


Normalmente, los besos son un buen termómetro para analizar una relación. Es raro encontrar parejas en crisis que confirmen que se besan profusamente. Por lo que un error muy frecuente de las parejas es saltarse la etapa de los besos con demasiada rapidez, para centrarse únicamente en los genitales.

Ejercicio 1:

Durante una semana, antes de salir o entrar en casa, y darle un pico a nuestra pareja como símbolo de bienvenida o despedida, plantémosle un buen besazo, lo que tan castizamente llamamos un buen morreo. Simplemente probad este ejercicio y comprobaréis como aumentan vuestros niveles de felicidad y bienestar, incluso seguramente os apetezca más tener un encuentro sexual.... 


Burt Lancaster y Deborah Kerr en "De aquí a la eternidad"



MÁS BESOS Y MEJOR SEXO

Estamos muy obsesionados en mantener relaciones sexuales de ensueño, pero primero habría que trabajar más la importancia de los besos, ya que es la mejor manera de compartir intimidad. Es más, muchas veces los besos se ven como un simple trámite, previo al coito, un preliminar más. Pero los besos son una herramienta fundamental para potenciar nuestro erotismo en pareja, nuestra sexualidad y por supuesto, nuestra afectividad en pareja.

Los besos son una fantástica herramienta para activar el deseo, la conexión íntima con nuestra pareja e incluso las fantasías.


Ejercicio 2:

Este segundo ejercicio está pensado para despetar nuestra mente erótica y descubrir que todo nuestro cuerpo es erógeno, y cómo sólo a través de los besos podemos despertar todo un torrente de sensaciones.

Lo primero, darse un ducha con gel aromático, recuerda que hay que jugar con todos los sentidos, y el olfato es uno de los seentidos más primitivos. Después nos tumbamos en la cama desnudos, y que nuestra pareja nos vaya besando muy leeeentamente todo nuestro cuerpo, hasta los rincones más ocultos, intercalando todo tipo de besos: húmedos, cortos, con lengua, absorventes, besos rápidos y continuos, un beso largo, con los dientes,.... y simplemento recréate en las sensaciones que esos besos despiertan en tí.



Besos apasionados


Por último, si hablamos de besos, no podemos despedirnos de otra forma, quizá con la escena final más bella de toda la historia del cine, la recopilación de besos de 'Cinema Paradiso', una escena capaz de emocionar a cualquier persona que haya visto esta obra maestra. Sube el volumen, recréate en su fabulosa banda sonora y disfruta, una vez más, o por primera vez, de este maravilloso final, donde los besos son los auténticos protagonistas.